Y AHORA LOS REYES

Lo pasé en el Hotel Finisterre, en donde los Reyes Magos, recibieron a los hijos de empleados del trabajo de papa. Lo pasamos genial, hubo gusanitos, patatas, palomitas, mucha música, y un botellon infantíl por todo lo alto. Para variar, como todos los niños de mi edad, según me pusieron en el colo de un señor que no conocía de nada, vestido muy raro, y de otra raza que no era la mía, me puse a llorar cosa fina. Pero bueno, todo por una foto de recuerdo para mis papis, y el regalo que me llevé por portarme tal bien estos 10 primeros meses de mi corta vida.